¿Quién soy?
¿Qué quién soy?… Difícil definirse a uno mismo, ¿verdad?
Si tuviese que hacerlo en un lenguaje llano, diría que soy lo que vulgarmente se llama: «un culo inquieto».
En primer lugar, diría que me defino como multidisciplinar, y entre todas esas disciplinas están:
Analista (por defecto): Esto, moderadamente, puede ser un arma buenísima, pero como todo, en exceso es horrible (lo he vivido durante mucho tiempo). Me encanta analizar todas las cosas que puedo, lo cual me ha llevado en algunos momentos a lo que se llama: parálisis por análisis. Vamos, un rollazo que te deja fuera de acción.
Explorador: Me gusta buscar y encontrar nuevos conocimientos. Profundizar en aquello que más resuena en mí. No me considero maestro de nada, pero sí aprendiz de todo. Según la Cábala, pensar lo contrario sería estar desalineado conmigo mismo.
Consejero: Aquí podría decir que me viene heredado de mi madre, gran consejera. Aun así, en todas mis experiencias de vida (y son muchas y variopintas), he sabido aprender a sacar lo mejor de cada situación. La vida es la mejor de las universidades, con los mejores docentes y catedráticos que puedan existir. Me ha enseñado mucho y, en ocasiones, rápido. Esto, sumado a mis estudios, me ha ayudado a entender la mente de manera avanzada, práctica y positiva.
Coach: Buscar la positividad y la motivación en todas las experiencias de la vida no es nada fácil, y más aún cuando se trata de momentos difíciles, complicados e incluso extremos. Mi búsqueda constante de lo bueno en todo, el aprendizaje de que incluso aquello que llamamos malo, negativo, doloroso e incluso cruel, no es como lo vemos, sino algo que nos ayuda a crecer. Es importantísimo, a la par que vital, llegar a entender el positivismo e integrarlo. Lo difícil es hacerlo o explicarlo en uno de esos momentos. Así que aquí se aplica la máxima de que cada cosa tiene su tiempo.
Artista: Esta es una de mis facetas más queridas y necesarias. Existe un plano comercial en ella, dedicado a las demás personas, y luego está el lado más profundo, el de la integración y exteriorización de mi ser a través de la pintura, el dibujo y las letras. Es aquí donde se encuentra una de mis pasiones más grandes: el poder de la creación, y hacer que otros también sean capaces de utilizar su arte como terapia alternativa para encontrarse consigo mismos y lograr desarrollarse emocionalmente.
Conversador: Las palabras. ¡Cuánto poder tienen si se saben utilizar en su justa medida! Me encanta conversar, pero también dialogar. Utilizar las palabras para alentar y motivar es algo que me apasiona. Tener el cuidado de escoger lo necesario para decir, sin caer en la banalidad, y poder ser íntegro para alcanzar el alma de la otra persona es un ejercicio que me incentiva. Para lograr esto, es fundamental, ante todo, la llamada escucha activa. Saber escuchar a la otra persona sin emitir juicios y aprender a oír y leer entre líneas para alcanzar su alma, que es la pieza clave para poder entender y, desde ahí, comprender el porqué y el para qué de su vida, y así aportar aquello que sea necesario: una palabra, una sonrisa, un silencio o un poderoso abrazo.
Tengo más cosas, pero percibo que estás algo cansado/a de tanta letra. Así que, con esto ya tienes material para hacerte una idea (completamente equivocada, casi seguro) de quién soy.
Gracias por leer hasta aquí.
Diviértete con esta web y recibe un abrazo cibernético de mi parte.
PD: Así es como me veo hoy, mientras reflexiono y escribo esto para aclararte las cosas sobre mí.
Afortunadamente, el tiempo me hará cambiar.